¿Qué es la enfermedad de Osgood Schlatter?
La enfermedad de Osgood-Schlatter (EOS) es una lesión frecuente por sobrecarga que afecta a la rodilla y se da sobre todo en adolescentes durante periodos de rápido crecimiento. Esta afección surge cuando el tendón rotuliano, que conecta la rótula con la tibia, se inflama donde se une a la tuberosidad tibial, una prominencia ósea situada justo debajo de la articulación de la rodilla. En los niños, el cartílago de crecimiento situado en esta zona aún está en desarrollo, por lo que es más vulnerable a la irritación y al estrés durante los periodos de crecimiento rápido. Cuando los músculos del cuádriceps tiran repetidamente del tendón rotuliano, se produce tensión en la tibia, lo que provoca inflamación y dolor en esta región.
Normalmente, la OSD afecta a los atletas, especialmente a los que practican deportes de alto impacto como baloncesto, fútbol, voleibol y atletismo. Es más frecuente en chicos de entre 10 y 16 años, aunque también afecta a chicas que practican actividades físicas intensas. Los estirones contribuyen a esta afección, ya que el cuerpo crece rápidamente y los músculos y tendones luchan por seguir el ritmo del desarrollo óseo.
¿Cómo detectar la OSD y qué hacer tras una detección positiva?
Los síntomas de la enfermedad de Osgood-Schlatter incluyen hinchazón, sensibilidad y dolor justo debajo de la rótula. Estos síntomas se intensifican con actividades que ejercen presión sobre la rodilla, como correr, saltar y arrodillarse, y suelen remitir con el reposo. Aunque la OSD puede afectar a ambas rodillas, suele manifestarse en una sola.
Afortunadamente, el pronóstico es excelente. La afección se resuelve por sí sola a medida que los cartílagos de crecimiento maduran y se convierten en hueso sólido, aunque este proceso puede durar varios meses o incluso años. El reposo es clave para la recuperación, y la reducción de la actividad física es esencial para evitar agravar la afección. En algunos casos, se recomienda fisioterapia para ayudar a estirar y fortalecer los músculos que rodean la rodilla. Los antiinflamatorios y la aplicación de hielo en la zona afectada también pueden ayudar a controlar el dolor y la hinchazón. La cirugía es muy poco frecuente y sólo se considera en los casos en que persisten fragmentos óseos una vez completado el crecimiento.
Aunque la OSD puede limitar temporalmente la participación deportiva, no causa daños a largo plazo. Con un tratamiento adecuado, la mayoría de los deportistas pueden retomar sus actividades sin problemas.