Dolor de rodilla Dront (PFSS)
El síndrome de estrés patelofemoral (PFSS), también conocido como síndrome de dolor patelofemoral (PFSS), es una afección frecuente caracterizada por dolor en la parte delantera de la rodilla, alrededor de la rótula. Afecta tanto a personas activas, como a deportistas, como a personas inactivas, pero es especialmente frecuente en adolescentes y adultos jóvenes. La afección surge por un movimiento inadecuado de la rótula sobre el fémur durante actividades como correr, ponerse en cuclillas o subir escaleras, lo que provoca un aumento de la presión sobre la articulación. A diferencia de muchas lesiones de rodilla, la PFSS no suele estar causada por un acontecimiento traumático específico, sino que se desarrolla gradualmente con el tiempo debido a la tensión repetida sobre la articulación de la rodilla.
Diversos factores pueden contribuir al PFSS, como desequilibrios musculares, uso excesivo, calzado inadecuado o problemas de alineación de las piernas. En particular, la debilidad de los músculos del muslo (cuádriceps) o la tensión en las caderas y los isquiotibiales pueden aumentar la tensión sobre la articulación femororrotuliana. Esta afección suele observarse en personas que realizan actividades que implican una flexión frecuente de la rodilla, como correr, montar en bicicleta o saltar. Sin embargo, el PFSS también puede afectar a personas con estilos de vida sedentarios que tienen una fuerza muscular o una postura deficientes.
Cómo detectar el PFSS y qué hacer al respecto
El síntoma característico del PFSS es un dolor sordo alrededor de la rótula que suele empeorar durante la actividad física. Los pacientes pueden experimentar molestias al subir o bajar escaleras, ponerse en cuclillas o sentarse durante periodos prolongados con las rodillas flexionadas (fenómeno conocido como «signo del teatro»). En los casos más graves, también puede aparecer hinchazón y una sensación de rechinamiento o chasquido en la rodilla. A pesar de las molestias, el pronóstico del PFSS suele ser bueno y la mayoría de las personas se recuperan con el tratamiento y la rehabilitación adecuados.
El tratamiento del PFSS suele centrarse en reducir el dolor, mejorar el funcionamiento de la rodilla y evitar que la articulación femororrotuliana siga sufriendo tensiones. El tratamiento inicial suele incluir reposo, hielo y antiinflamatorios para aliviar el dolor y la hinchazón. Los ejercicios de fisioterapia para fortalecer los cuádriceps, los isquiotibiales y los músculos de la cadera desempeñan un papel crucial en la recuperación. En algunos casos, pueden recomendarse dispositivos ortopédicos, como rodilleras o plantillas a medida, para corregir los problemas de alineación. Reanudar gradualmente la actividad evitando movimientos que exacerben el dolor es esencial para la recuperación a largo plazo. En raras ocasiones, puede considerarse la cirugía si fracasan los tratamientos conservadores.
En general, con un tratamiento adecuado y una reincorporación gradual a la actividad física, la mayoría de las personas con PFSS pueden recuperarse totalmente sin complicaciones a largo plazo. Es importante señalar que, por lo general, es aceptable hacer ejercicio con un dolor leve, siempre que las molestias no empeoren durante el entrenamiento o después de éste. El éxito a largo plazo depende de mantener una buena fuerza muscular, flexibilidad y una biomecánica adecuada durante las actividades físicas.
